¿Por qué las temperaturas según Clisense son tan bajas?
Porque no son temperaturas, son desviaciones respecto a una temperatura. En la ciencia climática, normalmente el objeto de estudio no es la temperatura absoluta, sino el cambio en ésta. Hay razones técnicas por las que el cambio en temperaturas se conoce con mucha mayor fiabilidad que el nivel absoluto.
Pero, si vas a centrarte en cuánto han subido o bajado las temperaturas, necesitas un período de referencia (‘baseline’ dicen en inglés). En el caso de HadCRUT, esa referencia es la media de 1961 a 1990; para NOAA el período base es la media de 1901 al año 2000. Todas las temperaturas de distintos años o períodos se expresan como desviaciones (o anomalías, por usar el término técnico) respecto a esa media. Por eso, si escoges con la serie HadCRUT 1961 como año inicial y 1990 como año final la anomalía es cero; lo mismo ocurre con NOAA si escoges 1901 y 2000.
(La serie Cowtan & Way también usa 1961-1990 como período de referencia, pero por motivos que no puedo explicar muy bien su anomalía entre esos daños no es cero, sino 0,0055ºC; en Clisense eso se redondea a 0,01. Recomiendo revisar la web del autor para más información)
Sería más exacto si la aplicación llamase a estas temperaturas como lo que son realmente: anomalías de temperatura. Pero creo que hacer la app comprensible para un mayor número de usuarios es más importante que usar un término específico.
¿Por qué la aplicación pide a los usuarios que seleccionen dos períodos, y no dos años?
La temperatura atmosférica varía considerablemente de un año para otro, por motivos que no tienen nada que ver con la acción de los humanos. Por ejemplo, el fenómeno de El Niño puede aumentar las temperaturas hasta 0,2ºC, pero este efecto normalmente desaparece en un año o dos. Si está seguido del fenómeno La Niña, las temperaturas pueden incluso reducirse por debajo del punto que tenían antes de El Niño. Por este motivo, elegir un sólo año puede llevar a distorsiones, si es un año con temperaturas anómalas; por ejemplo, si uno intenta estimar la sensibilidad del clima empezando con un El Niño y terminando con un La Niña, el resultado calculado será menor que en la realidad (porque entre esos dos años las temperaturas habrán aumentado menos que entre dos años ‘normales’).
Puede que 0,2ºC parezca poco, pero es aproximadamente el 20% del calentamiento global que ha habido desde finales del siglo XIX. No tiene sentido decir que el calentamiento global ha sido de 0,9ºC un año, 1,1ºC el año siguiente, y otra vez 0,9ºC al siguiente. Un período más largo como referencia ayuda a eliminar esta variabilidad natural, porque no está tan influenciado por un evento breve como El Niño. (Hay que decir que, aunque se use un período más largo, uno no puede estar seguro de que la variabilidad natural ha sido completamente eliminada del cálculo).
Si estás interesado en ver cuál es el cambio de temperatura entre dos años, no entre dos períodos, también es posible. Sólo tienes que seleccionar el mismo año tanto para inicio como final de un período.
‘Calentamiento del mar como porcentaje del calentamiento total’: ¿qué significa eso y por qué tengo que decidir un valor?
El planeta tiene cuatro formas de ‘almacenar’ la energía adquirida a través del calentamiento global. La primera, la atmósfera, es casi irrelevante: aproximadamente un 1% de la ganancia calórica de la Tierra se ha traducido en una temperatura del aire más elevada.
¿Y qué pasa con el otro 99%? El grueso, en torno a un 90%, ha ido a parar al océano. Y el resto ha derretido hielo y aumentado la temperatura de la tierra (con minúscula).
Lo que ocurre es que la cantidad de calor absorbida por el océano es conocida con más precisión que la absorbida por la tierra y el hielo. Por tanto, sabemos que la cantidad total de calor absorbida por el planeta es necesariamente mayor que la absorbida por el océano, pero no sabemos cómo de mayor. Como hay incertidumbre, la aplicación permite al usuario decidir qué porcentaje de la ganancia energética total del planeta ha acabado en el océano. Por ejemplo, si la ganancia energético (o desequilibrio energético, que es lo mismo) del océano es 0,5 vatios por metro cuadrado, y el océano representa un 93% del total de la energía adquirida a nivel global, entonces el desequilibrio energético global será 0,5 / 0,93 = 0,54 vatios por metro cuadrado.
¿Dónde están los intervalos de confianza?
Calcularlos no es una broma. Puede que los incluya en una versión futura de la app, pero cuando estén hechos quiero que sean correctos.
El contenido calórico del océano, en la literatura científica, normalmente se expresa en múltiplos de julios. ¿Cómo se interpreta el calor del océano en vatios por metro cuadrado?
La superficie de la Tierra es de 510 millones de kilómetros cuadrados, lo cual es igual que decir 510 billones de metros cuadrados. Un vatio equivale a un julio por metro cuadrado por segundo. Como los datos sobre contenido calórico del océano están en formato anual, mirando la diferencia de un año para otro en dicho contenido podemos calcular el ritmo al que la Tierra estaba ganando (o perdiendo) energía en ese período.
Un año tiene 31.540.000 segundos. Multiplica esta cifra por 510 billones y el resultado es 1,61 * 10^22. Esa es la cantidad aproximada de julios que recibe el planeta si se aplica una energía de un vatio por metro cuadrado, en toda la superficie, durante un año. La medida común para la cantidad de calor en el océano en la literatura científica es el zetajulio, es decir 10^21 julios. Por tanto, un vatio por metro cuadrado equivale aproximadamente a 16,1 zetajulios al año.
A veces las publicaciones científicas no hablan en términos de vatio por metro cuadrado, sino de teravatio. Como un teravatio es igual a 10^12 vatios, y la superficie de la Tierra es de 510 * 10^12 metros cuadrados, se deduce que un vatio por metro cuadrado equivale a 510 teravatios.
Nota sobre los ‘metros cuadrados’ del océano
Por convención, todos los flujos de energía que impliquen medidas de superficie (como el vatio por metro cuadrado) se refieren a la superficie global. Es decir, si el océano recibe un calentamiento de 0,5 w/m2, eso quiere decir que el calor adquirido por el océano es equivalente al efecto de 0,5w/m2 en toda la superficie terrestre.
Pero la superficie del océano es evidentemente menor que la global. En concreto, en torno al 71% de la superficie global es océano. Esto significa que esos 0,5w/m2 en realidad ‘golpean’ con más fuerza en el océano, donde tienen un efecto de 0,5 / 0,71 = 0,7 vatios por metro cuadrado.